6 de septiembre de 2007

RAÍCES

Esta vida interior que no quiero vivir y vivo
a mi pesar, ha engendrado un corazón de escarcha
porque el punto de pasión está por debajo
del de indiferencia.
Dijo un poeta: “el corazón no muere
cuando uno cree que debería”
y ¿qué importa que no esté muerto?
o ¿tal vez sólo parezca vivo?
La belleza insustancial de un ramo de siemprevivas
es patética cuando piensas que ya están muertas.
La belleza de lo muerto está en las raíces
de la memoria, que aún alimentan
lo que un día fue vivo.
Mas si la memoria sale cada día de la casa
del recuerdo con un traje diferente
cómo saber si el corazón
alguna vez latió con fuerza.


El poeta: Czeslaw Milosz

6 comentarios:

gaia56 dijo...

El punto de pasión no es inamovible, sino inestable y se desborda a poco que dejes un resquicio en la puerta y entonces... inunda imparable la realidad más cotidiana.
Buen domingo y un beso.

Jorge dijo...

A ratos caemos en la ilusión del presente, se nos pierde la memoria y nos abandona la esperanza.

Txe Peligro dijo...

beltrán? vaya jefe.

muy punkie todo eso de la muerte

Jorge dijo...

Gracias..
a punta de experimentos seguimos...

Jorge dijo...

Nada nuevo por acá....

Batiscafo dijo...

bueno, la indiferencia y la pasión en el fondo están más cerca de lo que parece
y el recuerdo de lo vivo que uno puede llegar a estar por el amor se magnifica una vez que ha pasado el tiempo
un saludo!