Fotografía tomada en el Botánico de Gijón
Un hueco para el reposo del sueño
porque descansar los sueños es
eternizar lo que no se ha vivido.
Un espacio ausente de tiempo, sujeto
por estrellas enanas y gaviotas de celofán
donde renazca el verbo de lo inacabado.
Una huida de lo relativo para derramarse
en amor absoluto de palabras hecho.
.
2 comentarios:
La palabra, siempre amiga y enemiga del amor...
muy metafísica estás, creo que me mareo!
Publicar un comentario