15 de enero de 2008

Hueco y huella

.

Aquí, Gijón, dos mil
ocho: una mujer sola.*
Una mujer llena de días
y vacía de tiempo.
Días de café y papel
que vierte en la hoguera
de la noche
para alimentarse con las cenizas
de la palabra:
un bocado engañoso
que le deja hueco y huella.


*Parafraseando los dos primeros versos de uno de los poemas de Angel González que pertenecen al poemario "Aspero mundo".

.

3 comentarios:

Jorge dijo...

:-(
http://jorgezunigapavlov.blogspot.com/

ALOMA69 dijo...

Hermoso poema, he visualizado la escena, largas horas de insomnio...

Gracias por aconsejarme el libro de Javier Marías, lo tendré muy en cuenta. Por cierto, últimamente no me veo muy en el papel de crítica cinematográfica.

Saludos!!!

ágatas, cueros y cristales dijo...

¡Qué redondo Ana! Breve y redondo. A VER SI APRENDO. Esos paralelismos que estableces. Esos versos:

un bocado engañoso
que le deja hueco y huella.

Esperando el próximo