13 de mayo de 2009

Sicilia


Olivo en las ruinas de Agrigento

Es hermosa, Sicilia. Posee la belleza de una piedra preciosa sin pulir, el misterio de una novela negra y la luz clara y brillante del Mediterráneo.
Pocos días para tanto camino pero nuestras piernas se movieron y permitieron a nuestros ojos deleitarse con las antiguas piedras hechas arte, con los olivos centenarios que las guardaban, con los taxistas amables y caballerosos y también con los barriobajeros, con la anárquica circulación de los coches en las ciudades que nos ponían el corazón en un puño; a nuestras bocas con sus platos de pasta y pescado y dulces, a cual más exquisito; y a nuestros oidos con un idioma que a mi entender es de los más musicales que existen.
En fin, viaje recomendado.

3 comentarios:

Berna dijo...

No conozco Sicilia, pero me la imagino muy bien cuando la describes. Me estoy dando cuenta de que tengo tantos viajes pendientes que tendré que dar alguno por hecho, una vez leido a algún viajero que como tú, comparte equipaje.
...¿vendríes morena no?

Mariadolcas dijo...

Qué envidia me das, Ana, cuántas ganas tengo de conocer Sicilia..y cuánto me alegro de que hayais hecho vuestro viaje del año.
Me tienes que contar ampliamente. Un besote

mariadolcas@hotmail.com dijo...

Ana¡¡¡Ya conozco Sicilia!!!Suscribo todo lo que dices, es una piedra sin pulir, pero ahí está su encanto. Yo creo además que normalmente no se conoce un país ni una ciudad en un solo viaje, pero Sicilia sí, es inmediato el contacto,son espontáneos y aunténticos. Enseguida te sale hablar como ellos,jajaja, me hacía mucha gracia. ¡Cuánta belleza!
Un beso