20 de abril de 2009

Surrealismo normal y corriente




Usamos la red para informarnos y la santificamos: san google; o la endiosamos y le damos el don de la omnipresencia, omnisciencia y casi, casi, omnipotencia. Sin embargo, a muchos de los internautas nos encanta comprar libros. Y aunque el saber no ocupa lugar, los libros sí que lo hacen. Todos estos prolegómenos para explicar que me quedé sin espacio en los estantes y me ví obligada a comprar más. Dónde acudí? Faltaría más, a IKEA, la también todopoderosa y omnipresente distribuidora del mueble vikingo. Acudo a la tienda, escojo las librerías que más se acomodan a mis necesidades, tomo nota de la referencia, del pasillo y la sección correspondientes, y me dirijo al autoservicio. Solicito ayuda a un empleado de polo amarillo, y con muy mala cara me ayuda al tiempo que me recuerda el uso de la maña en lugar de la fuerza. Pago en la caja, contrato transporte, y espero a que me lo sirvan al día siguiente. Efectivamente, en la tarde del siguiente día recibo las estanterías. Abro el embalaje, saco las instrucciones y los accesorios de montaje y me dispongo a montar una de las dos estanterías. He de reconocer que disfruto mucho en la operación. Termino, coloco el mueble en su lugar y continúo con la siguiente. Abro el embalaje, saco las instrucciones y los accesorios. Cuento tornillos y tacos (no lo había mencionado antes, pero es muy importante: no sea que te quedes a mitad del montaje porque se te han acabado los tornillos). Saco las primeras baldas y, hete aquí que son de diferente color. Yo las había comprado negras y me aparece una estantería de color nogal. Desesperada porque comienza la semana santa y yo me las prometía felices para organizar toda mi biblioteca, decido olvidar el color y seguir construyendo, pero mi hijo, ayudante en estos menesteres (o soy yo la ayudante de mi hijo, no sé) me recrimina el conformismo y me recomienda llamar a la tienda para reclamar el cambio. Llamo a un 902, porque no te dan otro teléfono. Una grabación me pregunta si quiero informarme sobre productos, sobre horarios, sobre transportes, sobre incidencias, o sobre cualquier otra cosa. Marco el dígito de las incidencias y sale otra grabación que me pregunta sobre la tienda que me interesa, Alcorcón, Asturias, etc. Menos mal que en este caso Asturias no la ponen en la posición de Oviedo. Logro, por fin, hablar con la tienda de Oviedo, explico mi caso y la señorita que me atiende me echa un rapapolvo de padre y muy señor mío: señora, se debe anotar la referencia, el pasillo y la sección. Y yo: señorita, he anotado todos esos datos. Le facilito los números correspondientes y efectivamente comprueba que había un error. Me lo cambiarán pero he de esperar hasta después de semana santa porque los transportistas no trabajan. A la semana siguiente, el lunes espero la llamada del transportista y nada. El martes, me mosqueo y llamo a la tienda. Está cerrada porque son "los huevos pintos" en la Pola y como Ikea Asturias está en el Concejo de Siero, hacen fiesta. El miércoles llamo de nuevo y me dicen que ya lo han enviado a la empresa de transporte. La mañana del jueves, nada. Esa misma tarde, a las 19.30 h. recibo una llamada:
-"Oiga señora, tenga unes coses aquí pa usté. Creo que son de Ikea, pero no les puedo llevar"
-"Por favor, llevo esperando toda la semana"
-"Ya, pero mire, ye que estoy donde El Horóscopo (cabaret de las afueras de Gijón) y claro, tengo que atravesar to la ciudá, y usté no sabe cómo está el tráfico a estes hores. ¿No podría usté venir con algún vehículo a buscalo aquí, yo espérola hasta cuando me diga?
-Pero vamos a ver, no cree usted que si yo dispusiera de un vehículo para traer esa mercancía no habría contratado transporte con Ikea?
-Ya, ho, pero ye que yo no puede llevailo ahora, ya digo que estoy en El Horóscopo y el tráfico está muy mal.
-Y cuándo me lo puede servir?
-Mañana. A qué hora le parece bien? Hombre yo no madrugo. No crea que a las 8 ya estoy repartiendo, no, no. Yo hasta las 9.30 no cojo el camión. Luego tengo que llevar unes coses a Navia y a la vuelta recoger una mercancía en un almacén de La Tenderina y luego comer..., yo creo que pa por la tarde igual se me arregla.
-Oiga, si tan complicado lo tiene no debería aceptar el contrato de Ikea, no le parece?
-Señora, tengo que ganar el pan, y esto del transporte ye complicao. A ver, si le parece bien se lo acerco a eso de la una.
-De acuerdo, mañana por la mañana a última hora.
Al día siguiente, se quedaba mi hijo a la espera y le pedí que me diese un toque cuando llegara la mercancía.
-Mamá, que ya recogieron los estantes equivocados y te dejaron los buenos
-Estupendo, oye, cómo era el transportista? todo un personaje, verdad?
-Pues, no sé, un transportista normal y corriente.
Y ahí me tenéis, discurriendo cómo será un transportista normal y corriente. Pero no se acaba la historia. Ese mismo día por la tarde, recibo otra llamada. -Oiga, que estuve esta mañana dejando unes coses en su casa y que no me firmó unos papeles. Ye que los de Ikea son un poco maricones. Usté tien que firmame la entrega y la recogida. No podría pasar por ahí a que me lo firmase, ho? - No se preocupe, ahora estoy en casa, así que pase cuando quiera.
Media hora más tarde, suena el interfono, pulso el interruptor de la puerta de la calle, espero que llamen a la puerta de casa, abro y... aparece el transportista normal y corriente: "Qué hay, ho, estos de Ikea son unos maricones".
A todo esto, entre llamada, entrega y llamada, no recuerdo en qué momento, mi hija, que ya no vive en casa pero estaba al tanto de mi accidentada compra, me envía un sms diciendo: "Supiste algo de los suecos o siguien haciendo honor a su nombre?

En fin, viva el consumo, la compra fácil y el háztelo tú mismo...; el transportista tan sólo es un detalle.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Le doy toda la razón al transportista normal y corriente. Los de Ikea son unos maricones. ¿Por qué si no las suecas iba a venir a Benidorm a ligar con Alfredo Landa?
Otra vez que me he reído un montón con esta historia

Anuka

Berna dijo...

Ana, querida, has encontrado a un ser realmente especial, si supieras como me lo imagino, ye pa scojonase...

gaia56 dijo...

Ana por lo visto Ikea se codea con seres muy especiales.
un beso.

Anónimo dijo...

Ya conocía la historia de palabra, pero he de reconocer que escrita la supera. Deberías de tratar de hablar con Almodovar, seguro que la idea le daba para un corto.
Mucha paciencia y muchos besinos.
Blanca

itzi dijo...

Fantástico! y el tipo gracioso....
Por estos lares tienen peor jeta!
ciao!