Foto de el peatón
Los días que poseo
-cada vez más-
ponen reja y candado
a todos mis sentidos.
No podré disfrutar
al cabalgar las aguas
del cañón colorado;
ni gozar libremente
de una caída libre
con ala de nylon
desde un ave de acero;
ni abrazar una rosa
sin temor a la espina
que en mis dos manos abra
dos heridas sin sangre;
ni mirar anaqueles
de tesoros escritos
sin gozar de la vista
de una daga clavada
en el núcleo del tiempo.
Los días que poseo
ponen reja y candado
a todos mis sentidos
pero no evitarán
que siempre sienta
amor por ese amor
que no poseo.
.
5 comentarios:
Si me permites, te escribo aquí la pequeña aclaración,espero no te importe.
"Olor y tacto" es mi dedicatoria a una tarde de entrenamiento. El "qué" es lo que menos importa. Solo es el reflejo de lo que el arte que practico me hace sentir en cada instante. Un pintor expresa su arte en lienzos, el escritor en textos, el músico en canciones,el viajero en caminos que recorre...Cada uno tiene en su corazón dedicatorias a simples momentos, que por un instante se convierten en tu vida, en tu ilusión y en amor.
Sé que no soy específico, pero en resumen...son las palabras que dedico a mi estudio del arte.
GATO NEGRO
decía un tal Ortega que somos nosotros y nuestras circunstancias
la vida que vivimos cada vez nos quita libertad porque somos menos puros e inocentes
quizás no es libertad
es lo que tú dijiste... yo no sé expresarlo mejor
pero, de todas formas, uno no puede ver las experiencias vitales como una forma de atarse...
me ha gustado muchísimo
oh que lindo.
pero por qué no va a hacer ya esas cosas? lo del cañón del colorado y todo eso?
salduso
Muchas gracias por tu comentario, y por enlazar una foto mía. No me importa, siempre que hagas pública la autoría, y me lo comentes (para ver qué tal queda).
Mucha suerte con tu blog, veo que ya tienes un buen número de fieles seguidores.
¡Saludos!
Te leo y se me encabrita la palbra...a tus pies dejo mi intento de juntar unos versos.
Ya pasó, ya, ya pasó.
Desde que tengo claros los traspies
se ha colado la dulzura entre mis dedos.
Yo que he visto emigrar hacia el sotano
la mas insulsa respuesta a un límpio gesto,
yo que deslicé el perdón como un mañarero rocio
a punto de sobornar a un par de locos besos...
yo,
yo digo que no soy mas que un escanciado vaso,
un tubular arresto a domicilio del locuaz impulso...
digo que estoy viva y moriré temblando
ante las pequeñas alegrías sin portador argumento.
Lo peor de hablar sola es cuando te contestas.
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