6 de junio de 2006

Fantasía y realidad












- Escher





Alguien leyó mis poemas y me habló de desencantos y frustraciones. Identificó poeta con poesía, cuestión, por otro lado, muy discutible y que requiere estudios profundos para no llegar a conclusión acertada.
Alguien leyó los escritos colgados en este blog y me habló de pesimismo y tristeza. Identificó escritor con escrito. Es posible que con razón, pues siempre proyectamos nuestra personalidad en el papel (aunque no me gusta definirme como persona pesimista, reconozco que un poco escéptica sí que soy).
Alguien leyó todos mis escritos y se sintió dibujada en ellos; en alguna parte de ellos. Es aquí donde marco una línea que separa fantasía de realidad. No negaré la carga de experiencia propia que llevan todos mis poemas, relatos, soliloquios o simplemente crónicas del día a día; pero sí me atrevo a negar rotundamente que el lector deba identificar mi vida real con mi vida literaria.
Recuerden los lectores que la imaginación es la savia de todo escrito.

"Ni el poeta, en su texto, es el hombre que es cuando no escribe, ni su lector el hombre o mujer que es cuando no lee", dijo Lázaro Carreter. Y estoy de acuerdo con él.
Esta afirmación extrapolada a cualquier tipo de literatura (no me atrevo, dios me libre, a decir que yo hago literatura, pero sí que, dios no me libra, puedo negar que escribo) es válida en tanto que el único nexo existente entre escritor y lector es el mundo creado por ámbos en esos dos estadios diferentes que son el hecho de escribir y el de leer.

En resúmen, la tangencia de mi realidad con la fantasía de mis escritos puede tornarse secante, pero el círculo de mi vida cortado por ésta, es, las más de las veces, ínfimo.


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6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Lázaro Carreter pero también con Antonio Gamoneda cuando anunciaba que la poesía no era literatura. La tesis era que la poesía no era ficción, característica básica de la literatura. Supongo que, en este caso, algo del poeta arrastra el verso.
Por cierto el último párrafo es filosófico total. Un besín Ana.

Mariadolcas dijo...

Muy bien Ana, deja que tu círculo vuele en espiral y no permitas que te lo seccione ni siquiera tangencialmente nada ni nadie.

ana martinez dijo...

Ricardo, nos rendimos ante el monstruo de Gamoneda, claro que sí. En cuanto a la filosofía del último párrafo: jajajajaja


Loli, no sé si estar de acuerdo contigo. Nuestros círculos están, casi siempre, seccionados por otros. Y esto es algo inevitable pues el aislamiento (aun en la literatura) es perjudicial. De lo que yo hablo es de la sutil tangencia entre ficción y realidad, y no sé si habré dado en el clavo con mi comentario.


Gracias a los dos por pasaros.

Anónimo dijo...

Bueno, de este lo que me gusta, es ESCHER, mi dibujante preferido, que poca gente conoce, escogiste bien,
Ahora, eso de "la tangencia de mi realidad con la fantasía de mis escritos puede tornarse secante, pero el círculo de mi vida cortado por ésta, es, las más de las veces,ínfimo", como que mu profundo, y yo ya no estoy pa profundeces,
Ahora sigue escribiendo, gana el NOBEL y me pones un piso en ALCOBENDAS

caracolquiscol dijo...

Anita!! me encanta este universo de ficciones y realidades... este post mejor ilustrado, imposible (para posibles imposibilidades las de Escher). Tás echa una artista! Força, poeta!

gaia56 dijo...

Ana estoy con Ricardo... popr otra parte te digo que escribas lo que quieras y no necesitas aclarar nada... cuando abandonas en el papel las palabras ya no son tuyas, vuelan y son de quien las lee que puede recomponerlas a su gusto y entender...
besinos