Estos días de sosiego intranquilo
se descomponen en horas
de obstáculos en carrera. Esos días de una palabra
que tatúa un tatuaje en la piel
de los pulmones y obstaculiza
para siempre el camino del aire.
Aquellos días de intranquilidad
sosegada que dibuja palabras
al vuelo, sobrevuela vallas
y respira tan fuerte que alza
las piedras de la desesperación.
Aquellos.