Bien,
destruyamos los campos de Auschwitz, no sea que nos de por declarar
la guerra a Alemania; borremos
de los libros de historia a los cátaros albigenses o destruyamos el
castillo de Montsegur, no sea que en Albi les de por atacar el
Vaticano o peor, que éste
vuelva a crear la Inquisición; pintemos
de negro todos los murales de Belfast y quitemos la placa del
Garden Remembrance en recuerdo de los voluntarios del IRA y los
civiles de Falls Road muertos, no sea que los irlandeses se alcen de
nuevo; por otro lado, tal vez hayan
hecho bien al eliminar las placas no
sea que un día apareciesen pintarrajeadas y rayadas como ha sucedido
en Concepción (Chile) con el monumento a los desaparecidos en la
dictadura de Pinochet.
La
historia no se borra, la historia se escribe, se lee y se aprende. En
nosotros está usarla bien o mal. Hagámoslo bien, por favor