27 de marzo de 2007

Nadie duerma

Nessum dorma
TURANDOT - PUCCINI

El padre espera el amor de su hijo
Espera la que espera ser amante
La que teme, espera que el amor desespere
Los que no saben de amor esperan que el amor llegue
Aquellos que guardan la marmita llena de amores y odios
esperan por fuego, lar y especia para mezclar
Todos esperan que la línea del mañana
no se convierta en una fata morgana.

Nadie duerma
Es posible que el fantasma
del amor aparezca
en la mañana.

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14 de marzo de 2007

Entre luces y sombras


H.R. GIGER (portada del "Brain salad surgery" de ELP)



Alguien pide y yo no doy;
aparece una sombra de pena.
Toco una pena con las manos
y unos ojos tristes brillan.
El brillo atemporal de un paisaje
inunda mis recuerdos de sombra.
La sombra de una voz flotando
me arrastra a una luz antigua.

Hay luz en la oscuridad del poema.
Hay sombra en la luz de la palabra.
Alguien pide luz y yo doy sombra.
Mas, si la sombra es mi luz
¿no es luz lo que yo entrego?

Soy, somos,
un nudo de orden y caos,
un lazo de ying y yang,
un día de luces y sombras.

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10 de marzo de 2007

Barbara - L'Aigle Noir (Live au Châtelet) - 1987

Pájaro negro

Se diluye el latido del mundo
en el líquido triste de la memoria
Todo se detiene y desaparece
Nada ocupa todo
mas todos mis sueños
permanecen despiertos
mientras un pájaro negro y bello
sobrevive
sobrevive
sobrevive a la nada del todo
y laten sus alas al volar
y mecen el aire que respiro
y sueño en el despertar
contemplando un pájaro negro
con ojos color rubí
con plumas color de mar
y sobrevivo
sobrevivo
sobrevivo

7 de marzo de 2007

Muchos hombres buenos

Desde que te has mudado a otra casa
nos abraza un lenguaje de flores,
pleno de frescor y aroma mientras dura,
tristemente ajado cuando fenece.

Antes, mucho antes de las flores,
tú, me escuchabas con admiración escondida
y ahora, yo te hablo con rescoldos de admiración,
rescoldos de una hoguera cálida y protectora.

Dibujé con tu mano las primeras palabras
y tu mano deshojó mi primer libro.
Sobre las alas fuertes de tus brazos
volé hacia un tranvía amarillo y viajé
por callejuelas y puertos y jardines
de una ciudad que luego hice mía.
Descubrí con tus ojos un deporte y un equipo,
amé las fantásticas historias de tu amado cine
y comprobé a tu lado
las dulzuras del vermouth de domingo
y que los zapatos me quedaban pequeños.

De aquella hoguera que tantos años me confortó
guardo la visión nítida de una llama:
el respeto hacia las mujeres
que yo hice intrínseco a los hombres.
He esperado a que te hayas ido a otra casa
para apreciar lo importante en lo ordinario.
No hay palabras ni adjetivos,
ni historias ni poemas que dibujen
cuatro pisadas en un camino
una mano sobre otra
y un silencio que responde a otro silencio.

Desde que te has mudado a otra casa
me enseñas lo que antes no supe aprender.




A mi padre, que desde hace unos años vive en un cementerio, y gracias al cual aprendí que muchos hombres son buenos.


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