23 de mayo de 2020

"LA CASA" ES UN PRETEXTO

Hubo una vez un hombre que nació en una miserable casucha de adobe. Su primera y única ambición conocida fue conseguir una casa aceptable para vivir. Lo consiguió a base de mucho esfuerzo. Una vez la tuvo, la ambición creció y deseó otra casa mejor. Hizo daño a muchos hombres para conseguir su objetivo, pero un buen día se encontró viviendo en un palacete. Poco tiempo transcurrió cuando observó que de nuevo su ambición había oscurecido la felicidad recién conseguida. Vendió una sonrisa, un ocaso en la playa y dos amigos, para comprar un castillo. Durante un instante que duró un instante, un inefable gozo le besó en los labios. La riqueza tan lenta en su llegada se fue de repente en el primer tren de la mañana. Un amigo, o un enemigo (dicen algunos), le recomendó vender su castillo para solventar la crisis. Pero él no podría vivir en otro lugar que no le aportase esa felicidad ansiada. Su amigo/enemigo? le aguijoneó con ironía: tranquilo, has pasado mucho tiempo ambicionando, y tienes suerte, mucha suerte, la vida te permite seguir haciendo lo mismo de siempre.

No hay comentarios: